miércoles, 27 de marzo de 2019

DENTRO DE DOS DÍAS: 24 HORAS PARA EL SEÑOR


DESDE LAS 18, 30 h hasta las 22, 30h

LOS GRUPOS DE CONFIRMACIÓN INTENTAREMOS PARTICIPAR:

A LAS 19 h PRIMERO DE CONFIRMACIÓN
A LAS 19, 30 h SEGUNDO DE CONFIRMACIÓN
A LAS 20h TERCERO DE CONFIRMACIÓN
A LAS 20, 30 h CUARTO DE CONFIRMACIÓN

Y los más peques, podéis traeros las pinturas y tijeras para participar en el TALLER DE MANUALIDADES.

PINCHA EL TÍTULO PARA VER MATERIALES: ORACIONES, VIDEOS, CANCIONES...

PUEDES COPIAR Y DESCARGAR DESDE AQUÍ:

- LOS ENLACES PARA VIDEOS Y CANCIONES SOBRE LA RECONCILIACIÓN

- LAS CELEBRACIONES DE LA RECONCILIACIÓN PARA ADULTOS Y JÓVENES



1. PARA EL TALLER DE MANUALIDADES:






2. VIDEOS SOBRE EL EVANGELIO DEL HIJO PRÓDIGO








ACTUALIZACIONES DE LA PARÁBOLA





CANCIÓN POP



NUEVA CANCIÓN




3- ESCENIFICACIÓN Y RAP:



4. PARA ORAR Y CANTAR:


Querido Padre, cansado vuelvo a ti


Me levantaré e iré a mi padre...



5. CELEBRACIONES

CELEBRACIÓN  24 h con el SEÑOR 2019
Motivación para la RECONCILIACIÓN

Imagen relacionadaACOGIDA (un lector)

Amigos, sed bienvenidos a esta celebración que motive nuestra Reconciliación con el Señor. Como seguidores de Jesús, podemos en esta tarde reunirnos y sentir que su presencia hace nueva nuestra historia. Como Iglesia acogemos la invitación del Santo Padre Francisco para dejarnos reconciliar con Dios. La experiencia cristiana conoce el amor de Jesús, el amor tan grande que dio su vida en Cruz por nuestros pecados, por eso mirar nuestra realidad es mirarla como Jesús, que la ama, la quiere tanto que la perdona y la abraza, vamos a sentirnos queridos por Jesús. Estamos aquí porque Dios nos quiere y nos llama a la conversión. Somos importantes para Él, a pesar de nuestros pecados. El nos ha traído aquí; su amor, su ternura y su misericordia nos llaman. Experimentemos hoy a ese Dios. Sintamos su amor, nadie nos ama como Él.

ESCUCHAMOS: NADIE TE AMA COMO YO

-Monición:  (Puede leerlo un lector y alguien se encarga de poner a la vista de los participantes en la celebración los tres símbolos. Puede escucharse un pasaje instrumental)

El  BARRO  nos recuerda nuestra condición débil y caduca. Aquello que a todos nos iguala por abajo. La Biblia dice que Dios formó al hombre moldeando el barro. (Gen 2,7). El barro es el origen y el destino del hombre El barro nos recuerda que a veces manchamos nuestra vida, el barro se nos pega y ensucia.  Está manchado nuestro corazón

Con CENIZA iniciamos la Cuaresma el Miércoles de Ceniza. Iniciamos así un camino que nos conduce a la Pascua. En la Vigilia Pascual, con toda la Iglesia, celebraremos la resurrección de Cristo, y renovaremos nuestra vida con las aguas bautismales, que rociarán sobre nosotros. Las manchas del pecado son lavadas y arrancadas del corazón.

CON EL AGUA recordamos que una vez lavados, somos invitados a la conversión. A transformar nuestra vida, pero no de cualquier manera. Estamos llamados a compartir la suerte de Jesús de Nazaret: Fue grano de trigo que cayó en tierra y, porque se pudrió, pudo producir el fruto de la vida, de la justicia y del amor. Sólo quien pierde la vida, la gana verdaderamente. Solo quien se entrega es quien recibe en abundancia.

1.     ORACIÓN EN COMÚN (recitado entre todos)
Oh Dios nuestro
y Dios de nuestros padres,
que nuestra oración llegue a Ti.
Ya lo ves, Señor,
no somos ni audaces ni endurecidos
ni te decimos:
“Somos inocentes, no tenemos pecados”,
sino que los confesamos:
“Hemos pecado”.
Somos de verdad culpables.
Hemos sido rebeldes a tu voluntad,      
hemos cometido abusos de confianza, 
hemos blasfemado,
hemos incitado al mal,
hemos condenado al inocente,
hemos sido orgullosos,
hemos actuado con violencia,
hemos afirmado cosas falsas,
hemos dado malos consejos,

hemos engañado, 
hemos despreciado cosas respetables,
hemos desobedecido,
hemos despreciado tus leyes,
hemos cometido injusticias,
hemos oprimido al prójimo,         
hemos endurecido nuestro corazón,
nos hemos entregado a la corrupción,
hemos cometido acciones vergonzosas,
hemos seguido malos caminos,  
hemos rechazado a nuestro prójimo,    
hemos abandonado tus mandamientos,
para nuestra desdicha.
Y tú, tan justo en todo lo que nos sucede,        
has seguido siempre actuando    
con amor y fidelidad para con nosotros;           
pero nosotros te hemos desconocido
y hemos pecado.
2.   LITURGIA DE LA PALABRA  (Lc 18,9-14) (un lector)
En aquel tiempo, dijo Jesús a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, esta parábola: «Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: ""¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias."" En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ""¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!"" Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.»
3.Resultado de imagen de las melli parabola hijo prodigo RITO PENITENCIAL (puede ser leído con calma por un par de lectores)
Examen de conciencia:
-       La raíz de la soberbia:¿Me dejo dominar por mis complejos de superioridad o de inferioridad, comparándome con los demás? ¿Desprecio a otros? ¿Alimento envidias?  ¿Muestro aires de suficiencia? ¿Deseo prevalecer, dominar, deslumbrar, ser el número uno? ¿Me creo superior o mejor que los demás? ¿Prefiero que me sirvan a servir?
-       La raíz de la avaricia: ¿Soy una persona ambiciosa, materialista, consumista? ¿Tengo apegos? ¿Descubro en mí algún tipo de esclavitud?¿Por quién me esfuerzo? ¿Tengo que desprenderme urgentemente de algo que sé que me está quitando la libertad?
-       La raíz de la ira, con sus expresiones: ¿Encuentro en mi conducta huellas de violencia, venganza, resentimiento, acusación, odio o distanciamiento de alguien? ¿Me falta paciencia, comprensión, misericordia, humildad?¿Pido perdón? ¿Perdono?
-       La raíz de la lujuria, con sus derivados:¿Soy capaz de sacrificar a los propios gustos y pasiones por los más grandes valores? ¿He entregado mi corazón al Señor, o lo mantengo dividido?
-       La raíz del egoísmo, que es la raíz última, madre de todas las demás: ¿Tengo un amor excesivo a mí mismo? ¿Me alegro con ellos, sufro por ellos, pienso en ellos, me acerco a ellos?¿Cómo es mi relación con mi Señor Jesucristo, al que he entregado mi vida?
-       La raíz de la pereza: ¿Vivo en disponibilidad y en entrega? ¿Me dedico sólo a mis cosas, olvidando las necesidades de los demás? ¿Sé lo que es el esfuerzo de la entrega? ¿Soy gratuito en mi servicio o exijo una paga? ¿Manda en mí la ley o la generosidad?
4. INVITACIÓN A PARTICIPAR EN EL SIGNO:

(En silencio quien desee puede tocar el barro o la ceniza y dejar un tiempo para poder  mirar el significado del pecado en nuestra vida como quien tiene su vida cubierta de barro y ceniza. Mientras se escucha un tema musical apropiado: ej: PROLONGA TU MISERICORDIA de Ain Karem, u otra semejante)  Si el grupo participante es propicio para la participación se puede invitar a expresar alguna petición perdón nacida de la motivación y la escucha de la Palabra. Al final se proclama esta plegaria ANTES DE OFRECER LA POSIBILIDAD DE RECIBIR EL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN. Se hace el envío a recibir el sacramento)

5. ORACIÓN FINAL (a dos coros)
Tú eres, Jesús de Nazaret, la misericordia de Dios con nosotros:
el Padre ha puesto su corazón en nuestro barro, en tu amor,
y su inmensa ternura ha sido capaz  de limpiar nuestro pecado.
Lávanos a fondo, Señor, de nuestras miserias y ruindades,
y de las manchas que salpican nuestras vidas, purifícanos.

Imagen relacionada
Nosotros reconocemos, Jesús de Nazaret,  nuestra condición de pecadores;
nuestra actitud de juego sucio está delante de nuestros ojos.
Contra tu amor sin límites, contra la ternura de tu Padre, hemos pecado.
Nos sentimos mal, nos sentimos avergonzados  por el mal que hemos hecho.

Crea en nosotros, Señor, un corazón puro y sincero;
fortalécenos por dentro con la fuerza de tu Espíritu.
Limpia nuestro corazón para que podamos ver tu rostro,
y danos un corazón de niño para que nos alegremos contigo.
Devuélvenos, en tu misericordia, la alegría de tu salvación,
y abre nuestros corazones a un amor sin fronteras.

En tu misericordia hemos renacido a una vida nueva;
con tu perdón has despertado en nosotros  los dones de tu Reino.
Sé cercano, sé amigo constante a nuestro lado, sé fiel aunque fallemos:
y llámanos de nuevo, cuando caigamos en el camino, a levantarnos.
Sí, Jesús amigo, iremos otra vez a la casa donde habita el Padre.

Sí, Jesús amigo, gozaremos todos juntos una nueva fiesta.





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