PURPLE TIME
Qué bueno sería que los efectos del Black
Friday durasen algo más del instante de ver satisfecha la ilusión de una compra
oportuna para una necesidad. Nuestros “vecinos” de las grandes superficies nos
dicen que la felicidad de estrenar existe y a todos nos colma de ilusión. Cuando
estrenamos algo brilla de novedad en nuestro rostro; los demás lo notan: ¡estás
de estreno! No suele faltar el comentario de “si total, me ha costado una nada”. Cuando
estrenamos es como que si acumuláramos ilusiones: hemos satisfecho una novedad,
nos viene de perlas y además nos cuesta escasos euros.
Quienes
conocen estos mecanismos que nos proporciona el comprar , las rebajas… no cesan
de ingeniar una ocasión mensual para seguir “dándonos ilusiones”, en breve se
llamará Noel, Reyes, San Valentín o el Día del Padre, las primeras, segundas o
enésimas rebajas, el día del Socio, del 15% o sin Iva… y aún no hemos llegado a
mayo en este elenco.
Hoy la
comunidad cristiana está de estreno, ha comenzado un Purple Time, no sólo una jornada,
sino un tiempo, cuatro semanas para estrenar: esperanza, ilusión, optimismo,
anhelos, propósitos de que “todo esto” pueda cambiar. Estrenamos un tiempo en que se nos invita a
interiorizar, a descubrir el sentido de lo que acontece, a reconocer el sentido
grande de lo que nos ha de ayudar a ser verdaderos y así dichosos. Se nos dio y
de nuevo se nos dará un gran regalo: Dios que viene a habitar tu vida como su
hogar. ¡Qué grande eres, no sólo “te escogió un Rey”, sino que ha decidido
habitar en ti, eres Palacio Real. (sigue, pulsando el título)