En medio de este tiempo de Cuaresma somos invitados a
participar de la Mesa del Señor. Cristo, Muerto y Resucitado, en la Pascua
semanal nos va iluminando y guiando hasta la celebración anual de su Misterio
Pascual. Como preparación para este encuentro recorremos la senda de la
conversión, iluminados por la Palabra del Señor, que nos urge a la caridad, y a
tomar conciencia de nuestra condición de Bautizados.
La proclamación y escucha de la Palabra nos prepara y
conduce a la Pascua. Jesucristo es Nuestra Pascua. En estos domingos de
Cuaresma estamos escuchando algunos evangelios de fuerte resonancia y
significado bautismal: el encuentro de Jesús con la samaritana (el domingo
pasado, el 3º de Cuaresma), la curación del ciego de nacimiento (hoy, este 4º
domingo de Cuaresma) y la resurrección de Lázaro (el próximo domingo).
Jesucristo se nos va revelando como Agua viva, la Luz del Mundo, y la
Resurrección y la vida.