Un nuevo adviento llama a nuestra puerta, un adviento que es portada de un año surcado de recuerdos.
Adviento de un hombre que busca; que ha desencantado muchas cosas, pero que se siente internamente vacío; que ha anunciado la muerte de Dios, para crear nuevos dioses de mentira; que se embota con objetos de oropel y ha perdido el sabor de lo sencillo...
Adviento de un Dios que nos busca y sale siempre a nuestro encuentro; que sigue creyendo en los hombres a pesar de nuestros olvidos y rechazos; que hace nacer nuevas esperanzas de nuestras cenizas y desilusiones; que siempre empuja a los hombres a crear justicia y derecho en la tierra.
Un sencillo recuerdo. El lunes 23 a las 19 h nos reunimos en la iglesia el grupo de padres cuyos hijos hacen la comunión los días 14 y 15 de mayo. El lunes 30 a las 19 h nos reuniremos las familias cuyos hijos hacen la comunión los días 21 y 22 de mayo.
Y no es un juego de palabras. ¿Qué puede significar que celebremos hoy a un Cristo Rey, vivo, interpelante, que dirige, gobierna y potencia todos los momentos de la vida? ¿Cómo se puede entender en lenguaje actual el Reino de Dios?
Para muchos hablar de Cristo Rey es casi hablar de algo superado desde el compromiso de la fe. Desde las coordenadas de la actual sociología laica "Cristo Rey' es noticia intrascendente, pues no se admite ni se da valor a un reino que no sea político, ni entre en conflicto con los valores y exigencias de los reinos mundanos.
Por otra parte, es relativamente fácil aclamar a Cristo Rey en un domingo de Ramos, en una procesión, en un momento de euforia espiritual. Pero resulta más difícil creer en un Cristo, presente e influyente en la vida de todos los días, en un Cristo que compromete y cambia la existencia del hombre, en un Cristo exigente que pide fidelidad a los valores permanentes del evangelio.
Existe también un gran contradicción: hacer mundano el reino de Cristo, que no es de este mundo. Y salta la enorme tentación de confundir el poder económico, político y social con el poder de Dios. Y pueden gastarse demasiadas fuerzas y empeños en influir en las situaciones de este mundo para hacer presente el reino de Dios.
Cristo no reinó desde los sitios privilegiados ni desde los puestos de influencia. Cristo reinó en el servicio, la entrega y la humildad, en el compromiso con los necesitados y con los desgraciados, con los pecadores y las mujeres de la vida, con los que estaban marginados en la sociedad de entonces: ciegos, leprosos, viudas...
Y sin embargo los cristianos pretendemos hacer un reino de Dios a nuestro gusto y medida; y deseamos construir un pequeño reino "taifa", en el que se nos dé incienso adoración y admiración. Es un engaño terrible, fruto del egoísmo humano.
Cristo fue y es Rey por ser testigo de la verdad y del amor sin límites. Y nuestra vida está cargada de mentiras y desamores. Es preciso el cambio y la conversión. Vivir en cristiano es descubrir las exigencias y maravillas del reino de Dios con entrega total y confiada.
2. UN VÍDEO PARA PENSAR:
3. UNA PLEGARIA AL SEÑOR DE NUESTRA VIDA
NO SOBRAS, SEÑOR Y REY
Pues aún naciendo en pesebrenos recuerdas que, de este mundo
arropado por la riquezaserá polilla, poco o nada en
nuestro atardecer.Nos recuerdas como Rey, Señor,que siendo rico sólo te visitaron
los pastoresQue teniéndolo todo, cerraste los
ojos al mundo desnudoabandonado y desprestigiado por
todo hombreNos recuerdas que, teniendo altos
tronos,quisiste uno de madera y en forma
de cruzY que, pudiendo tener un
escuadrón velándotetan sólo un mal ladrón y un buen
ladrón tambiénte hicieron compañía en las horas
de soledad amarga.¡NO SOBRAS, SEÑOR Y REY!Que, tus Palabras, en cada
momento de nuestra vidason sabiduría, fuerza, valor y
esperanzaQue, tus miradas, cuando las
nuestras ya no miran a nadieson pregunta sobre el hermano
que, tal vez, dejamos caer.¡NO SOBRAS, SEÑOR Y REY!Sobran, posiblemente, muchos
“señores” y también algunos “reyes”;señores que, sin serlo, infunden
temor y miedoy reyes que, siéndolo, no saben
acompañar a su puebloTú, Señor, no sobras: ¡ERES REY!Si te fallamos, revístenos con la
coraza de tu GraciaSi caemos, levántanos con el
cetro de tu fuerzaSi dudamos, clarifícanos con la
nitidez de tu PalabraSi te traicionamos, haznos
comprender el error de nuestros pecados¡NO SOBRAS, SEÑOR Y REY!Sobran en estos pequeños reinos, de peligrosos puentes elevadizos
sobre el odio y la sangrela sin razón y la tristeza, la
violencia y la angustia,las horas amargas y los momentos
de llantoFaltan, Señor, en este reino de
castillos todo fachadala verdad y el amor, la justicia
y el perdón,la vida y la gracia, la hermandad
y la ternura
UN MENSAJE AUDIOVISUAL...SOBRE NUESTRA ESPERANZA EN LO QUE ES FIRME Y NUNCA PASARÁ...
Muchas cosas parece que llevan impresas la fecha de caducidad, incluso hay quien cree que todo es pasajero...Como cristianos afirmamos algo fundamental: El amor de Dios no pasará nunca, no perderá vigencia, no se acaba. Por eso podemos orar sencillamente esta plegaria del Padre Javier Leoz:
EL EJEMPLO DE LA VIUDA: DARSE EN LO QUE SE ENTREGA.
En unos minutos te proponemos: echa un vistazo a este vídeo, recuerda el valor de saber compartir lo pequeño...
1. PIENSA EN ESTE MENSAJE:
2. RECUERDA EL MENSAJE DE LA PALABRA DE DIOS:
-Dos viudas pobres dan color a las lecturas. La una se fía de la palabra de Elías y le hace un panecillo con el puñado de harina y el poco de aceite que le quedaba y recibe una recompensa multiplicada. La otra echa "dos reales" y recibe el elogio del Señor: "ha echado más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado lo que tenía para vivir".
-Estas dos mujeres son modelo de creyentes. Son personas abiertas a Dios: confían en él. Poca cosa tienen, pero no se aferran celosamente a lo poco que tienen. No dan los restos, sino lo que necesitan para vivir. Dios no quiere que le demos lo que nos sobra
-Estas mujeres son dos "pobres" en el sentido bíblico de los "anawim" (pobres de Yahvé), los que Jesús proclamaba dichosos. No tienen demasiado de que presumir y sentirse orgullosos y ponen en Dios su esperanza. Cualquiera lo reconoce enseguida: ésta es la religión verdadera, "pura e intachable a los ojos de Dios Padre" (St 1,27; d. 22).
Procuraré sin buscar engaños
-Alguien, tal vez, diga que son dos mujeres "alienadas". ¡Cuidado! "El Señor hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos, libera a los cautivos, guarda a los peregrinos, sustenta al huérfano y a la viuda" (salmo responsorial). Y Jesús, que alaba el gesto de aquella mujer, critica a los que "devoran los bienes de las viudas" y recuerda que Elías "fue enviado" a socorrer a aquella viuda cuando "hubo una gran hambre en todo el país" (Lc 4,25-26). Naturalmente la generosidad de la viuda del evangelio no autoriza cualquier uso que hagan de sus "dos reales" -y de tantos otros- los responsables del Templo.
3- PUEDES ORAR CON ESTE TEXTO QUE HEMOS UTILIZADO:
COMO LA VIUDA, SEÑOR
Daré sin esperar nada a cambio
Ofreceré sin arrogancia
Dejaré sin pretensión de
recompensa
COMO LA VIUDA, SEÑOR
Brindaré, incluso con la copa que
necesite
Entregaré con sencillez
Huiré de la cantidad y cuidaré la
calidad
COMO LA VIUDA, SEÑOR
Ofreceré con humildad y
recogimiento
Dejaré de lo mío para otros
COMO LA VIUDA, SEÑOR
Prestaré lo que otros no dan: lo
imprescindible
Ofreceré lo que otros te niegan:
su ser
Dejaré lo que otros se guardan:
su corazón
COMO LA VIUDA, SEÑOR
Te ofreceré mi vida para que,
sólo Tú, la juzgues
Te ofreceré mis bienes, porque sé
que son tuyos
Te ofreceré mi sustento, porque
sé que Tú lo haces posible
Ponga mi vida en tus manos
COMO LA VIUDA, SEÑOR
Caminaré sin arrogancia ni seguridad
en mí mismo
Caminaré sin miedo a encontrarte
Caminaré dispuesto a facilitarte
lo que más necesites
COMO A LA VIUDA, SEÑOR
Mírame y condúceme
Hazme desprendido y sencillo
Dame la valentía de darte lo que
más me cueste
Inspírame el gesto y la palabra oportuna
Y, si quieres, Señor, arranca de
mí incluso aquello
que, por comodidad o egoísmo,
busco y amarro para poder vivir.