1. UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN SOBRE EL MENSAJE DE ESTE DOMINGO:
El desierto es un lugar que hace cambiar en lo físico Y en lo espiritual. Tras una experiencia de desierto muchos se han sentido trastocados. Juan Bautista vivió en el desierto, forjó y templó su espíritu en el desierto. Juan Bautista cambió en lo físico y en lo espiritual. Seguro que su figura sería de ceño duro, de piel curtida, de cabellos enredados por el viento del desierto; su figura sería terriblemente amenazante. Y es que Juan Bautista es profeta por la palabra recibida en el desierto, lugar de escucha. Sobre él vino la Palabra de Dios. Nos lo ha situado el Evangelio dentro de un marco histórico.
Juan Bautista nos habla del Adviento: "enderezad lo torcido, allanad lo escabroso"; este gran mensaje del adviento primero y de nuestro adviento de hoy, tiene un sentido actual, vivo, palpitante en nosotros. Evidentemente Dios no viene a nosotros por lo fácil, sino por lo difícil; y nosotros los cristianos debemos hacer fácil lo difícil; y porque resuena en nosotros la palabra incesante de Dios, tenemos que lanzarnos y comprometernos, tenemos que asimilar todo lo que es trascendente, que no es fruto de ilusiones o filosofías humanas, sino del fiarnos de Dios.
Si escuchamos la Palabra de Dios sentados, en actitud de acogida, es para ponernos en pie. Nos lo ha dicho el profeta Baruc: "Ponte en pie, Jerusalén". "Ponéos en pie, cristianos: Basta ya de sentadas. Basta ya de pasividades, de pacifismos cómodos, estemos en pie. Seamos signos, en nuestra nación, en todo el mundo, en nuestra ciudad, de testimonio fiel y justo de una verdad, de una esperanza. Ser cristiano es recibir la Palabra y trasmitir la Palabra. No es silencio, no es callar, no es conformarnos con todo.
Hubo un mensaje en el desierto de Juan el Bautista. Hay un mensaje, hoy, para nuestro mundo, para los que esperan y para los que aún no han abierto su corazón a la esperanza: "Dios viene, Dios nos salva. Dios está presente en nuestra historia". Sepamos salir de bloqueos, de cerrazones, de fracasos, de pesimismos, de tinieblas. Comprometámonos a ser signos de la verdad de Dios, de la justicia de un nuevo nacimiento, un nuevo mundo, una nueva sociedad; sólo así haremos posible la salvación de Dios.
2. UN VIDEO MOTIVADOR
Padrenuestro cantado por niños refugiados iraquíes católicos, pidiendo la paz, don que nos trae el Mesías.
3. CANCIÓN PARA PREPARAR LOS CAMINOS DEL SEÑOR.
4. ORACIÓN PARA ESTA SEMANA
TU TIENES PROMESAS VERDADERAS
Javier Leoz
¡Ven, Señor, y no tardes demasiado!
Estamos
cansados de tantas promesas falsas
A cada
momento nos asaltan dudas,
incertidumbres,
fracasos, bofetadas,
traiciones,
desencuentros, engaños.
¡Ven, Señor,
no te demores!
Pensamos
haber atinado el futuro,
y estamos
inmersos en constantes fracasos.
Creemos ser
portadores de humanidad,
y
aniquilamos, una y otra vez,
inocentes y
víctimas de nuestro vivir opulento.
¡Ven, Señor,
no retrases tu llegada!
Porque, entre
otras cosas, sentimos que la tiniebla
se impone con
más rapidez que la misma luz,
que los
engaños se disparan a más velocidad
que la verdad
que pide y exige el hombre
¡Ven, Señor,
y endereza nuestros caminos!
Haznos buscar
un desierto en el que hablarte
Un desierto
en el que encontrarte
Un desierto
en el que buscarte
Un desierto
en el cual poder escucharte
¡Ven, Señor,
y allana nuestros senderos!
Rebaja
nuestro orgullo, para conquistarte con humildad
Alisa nuestra
dispersión, para quererte sólo a Ti
Pule nuestro
vivir, para que tengas más cabida en él
¡Ven, Señor,
y no aplaces tu vuelta!
Entre otras
cosas, porque cada día que pasa,
sentimos que
el mundo está más herido de muerte
si Tú le
faltas por dentro
si Tú no le
envías tu esperanza y tu aliento
¡Ven, Señor, y acelera tu llegada!
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