domingo, 24 de enero de 2021

CELEBRACIÓN DOMINICAL DOMINGO 24 DE ENERO

 MOTIVACIÓN PARA LA CELEBRAR:

 Cada Domingo la fuerza de la Palabra de Dios nos estimula, nos interroga, nos configura al modo de Jesús. En este domingo tercero del año nos ofrece dos invitaciones: a ser seguidores de Jesús y a convertirnos. A cambiar los valores para transformar nuestra vida y seguir a Jesús.  Seguir a Jesús lleva consigo una misión: hacer realidad el Reino de Dios en nuestra sociedad. Hacer lo posible que Dios reine, es decir, que sus valores de justicia, de fraternidad, de paz, de verdad y de amor se hagan, (la hagamos) realidad en este mundo tan necesitado de estos valores. Es misión difícil y arriesgada, pero contamos siempre con su cercanía y apoyo. Lo acabamos de celebrar en la Navidad. Jesús con su llamada transformará nuestra vida y la llenará de luz y de sentido.

 


LA PALABRA DE ESTE DOMINGO:

 Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía:

«Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio».
Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores.
Jesús les dijo:  «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él. Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.

  


LA PALABRA NOS INTERPELA

 El evangelio de Marcos puede considerarse como un “manual para el seguimiento de Jesús”. Seguir a Jesús es un camino de entrega. Es caminar detrás de Jesús. Los doce comparten con él la vida, son testigos excepcionales de sus modos.

Ser discípulo de Jesús, siempre y hoy también, significa responder a su llamada y seguirlo, es decir, vincularse a su persona. Dejarse acompañar con Él. Identificarse con su estilo de vida.

 Jesús desde el principio toma la iniciativa, su movimiento hacia delante, hacia las vidas de los seres humanos. Jesús sigue tomando la iniciativa y sigue llamando a personas a seguirle a ir tras de Él. Hoy, Jesús, nos sigue llamando a personas, en nuestra sociedad y en nuestras ocupaciones diversas. Nos hace la oferta a seguirle. Oferta existe ¿Nos sentimos disponibles a su llamada? ¿Sabemos sintonizar su Palabra en medio de tantos mensajes que escuchamos? La superficialidad de nuestra vida, el estar centrados sólo en nosotros mismos y en nuestros intereses, hace que nuestros oídos permanezcan cerrados a esa llamada y hoy no haya muchas personas que perciban y necesiten esa llamada.

 Nosotros estamos llamados a hacer la propuesta de llamada que Jesús sigue haciendo en nuestro mundo de hoy. Llamada a ir detrás de Él y desde esa llamada dar un sentido creyente a nuestra vida.


 

 NUESTRA PLEGARIA

 + Por todos los que en la Iglesia tienen el encargo de anunciar la Palabra de Dios, para que sepan actualizarla con creatividad, la hagan resonar con fuerza y la compartan con alegría, roguemos al Señor.

+ Por nuestra comunidad cristiana para que sepamos crear ambientes adecuados en los que se produzca el diálogo con Dios a través de su Palabra, roguemos al Señor.

+ Por todos los que andan desorientados en el camino de la vida y no conocen la Buena Noticia de Jesús, el Señor, para que lleguen a descubrir la luz que solo la Palabra de Dios puede dar, roguemos al Señor.

+ Por nuestra Diócesis y nuestra comunidad, para que animemos e iluminemos todos los proyectos pastorales con la luz del Evangelio y, fiados en la fuerza de la Palabra, roguemos al Señor.

+ Por todos los que cada domingo podemos participar de la mesa en que se nos parte el Pan y la Palabra de Vida, para que, saciada nuestra sed de plenitud, seamos testigos de la alegría del Evangelio, roguemos al Señor.

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