viernes, 3 de abril de 2020

VIACRUCIS EN TIEMPO DE PANDEMIA: Texto para su meditación




PRIMERA ESTACION: Jesús es condenado a muerte.  


Invocación: Te adoramos  Cristo y te bendecimos, porque  por tu  Santa Cruz redimiste al mundo



El camino de la Cruz: Pilato hizo traer agua y se lavó las manos delante de la multitud diciendo: Yo no soy responsable de la sangre de este justo. Es asunto vuestro. Y todo el pueblo respondió: Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos! Entonces, Pilato se los entregó para que lo crucificasen” (Jn 19,14b-16)



Oración: Señor, a pesar de que todos estaban en tu contra  y pedían tu muerte,  te mantuviste firme hasta el final, sosteniendo que tú habías venido al mundo para dar testimonio de la Verdad. Te presentamos a quienes se sienten relegados, etiquetados, distanciados por su enfermedad. Te presentamos a todos los relegados de la atención debida , hazles justicia. Ayúdales a tener tu fortaleza y a dar testimonio de Ti, Verdad absoluta, ante  familiares y amigos, desde su enfermedad. Te pedimos también por los cristianos de todo el mundo que hoy son perseguidos, encarcelados y hasta asesinados por dar testimonio de la Verdad, para que les des la fortaleza necesaria para no dejarse vencer.



Padrenuestro, Gloria.

   
(Pincha en el título para ver el texto completo)




SEGUNDA ESTACION: Jesús lleva la cruz sobre sus hombros 

Invocación: Te adoramos  Cristo y te bendecimos, porque con tu  Santa Cruz redimiste al mundo



El camino de la Cruz: “Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto y le pusieron de nuevo sus vestiduras. Luego lo hicieron salir para crucificarlo. Jesús, cargando sobre sí la cruz, salió de la ciudad para dirigirse al lugar llamado del cráneo, en hebreo: Gólgota  (Mc 15,16-20; Jn 19,17)



Oración: Señor,  esa cruz que cargaste sobre tus  hombros  eran  todos nuestros pecados y dolencias. ¿Qué amor es más grande que  aquel  que  es capaz de asumir las culpas ajenas?  Bien sabes Señor de tantos que  también cargan la pesada cruz de la  enfermedad, miramos a los contagiados, a los ingresados, a quienes están en las UCIS, a quienes en las provincias menos pobladas de España ven más ralentizada su atención. Te ofrecemos Señor su cruz por la conversión de todos. Acéptala como humilde ofrenda para que se una a tu cruz por la salvación del mundo entero.



Padrenuestro, Gloria.

   



TERCERA ESTACION: Jesús cae por primera vez

Invocación: Te adoramos  Cristo y te bendecimos, porque con tu  Santa Cruz redimiste al mundo

  

El camino de la Cruz: Jesús, llamando a la multitud junto con sus discípulos les dijo: “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?” (Mc 8,34-36)



Oración: Señor, Tú nos  dijiste  que  para  seguirte  era   necesario  abandonarlo  todo,  cargar nuestra cruz y caminar  tras  de  ti. En estos días nos sentimos sobrecogidos por las consecuencias de esta pandemia convertida en  cruz de dolor. Ayuda a los afectados a poner su vida en tus manos, a ponerte a ti en el centro de cuanto sucede. Tenemos muy presentes a todos los pastoralistas de la Sanidad, a los sacerdotes y colaboradores que atienden a los pacientes en nuestros Hospitales. Te pedimos por los presbíteros y consagrados  que en estos días han fallecido. Te damos gracias Señor porque has dado un sentido  misionero a su dolor ofrecido; a Ti, que eres el Camino la Verdad y la Vida.



Padrenuestro, Gloria.

   



CUARTA ESTACION: Jesús encuentra a María, su madre

Invocación: Te adoramos  Cristo y te bendecimos, porque con tu  Santa Cruz redimiste al mundo

  

El camino de la Cruz: María casi pasa en silencio en el relato de la Pasión de su hijo. La piedad popular ha completado este silencio al suponer este encuentro. María, habría ido presurosa a su encuentro. No se dirían palabras, pero con la mirada se entendieron. En el corazón de María resonarían las palabras de Jesús: “¿Acaso no sabías que tengo que ocuparme de las cosas de mi Padre?”. Y con la mirada, ella podría responder nuevamente: “Yo soy la esclava del Señor, que se haga en mí su Voluntad”. Frente al dolor de su Hijo y la impotencia de no poder hacer nada por El, María sintió que su corazón se desgarraba, pero respetaba su decisión de morir por nosotros, porque sabía que su Hijo no era su propiedad exclusiva, hizo suyo el convencimiento del Señor “su madre y sus hermanos son todos aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la practican”. 



Oración: Señor, tu Madre María te acompañó en  todo  momento,  hasta en los más duros. Ayúdanos a imitar su ejemplo, acompañándote  también. Sabemos que cuando nos sentimos solos, no es porque Tú dejes de acompañarnos, sino porque yo dejamos de acompañarte a Ti. Danos fuerzas para perseverar junto a Ti y nunca renegar de tu Amor infinito, por más difíciles que sean las situaciones que nos toque vivir. Te ofrecemos la entrega de tantos enfermos diciendo, al igual que María: “Yo soy la esclava del Señor, que se haga en mí su Voluntad”. Te damos las gracias por nuestra Madre la Iglesia que esta crisis ha abierto las puertas de tantas residencias, seminarios, casas parroquiales para acoger a inmigrantes, sin techos, personas sin hogar…

Queremos ser tu madre y tu hermano, Señor, por eso escuchamos tu Palabra y te pedimos  que nos des fuerza y coraje para practicarla.

Padrenuestro, Gloria.



QUINTA ESTACION: El Cireneo ayuda a Jesús  a cargar la cruz

Invocación: Te adoramos  Cristo y te bendecimos, porque con tu  Santa Cruz redimiste al mundo



El camino de la Cruz: Cuando llevaban a Jesús camino al Calvario, detuvieron a un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y lo cargaron con la cruz, para que la llevara detrás de Jesús” (Lc 23,26)



Oración: Señor,  aquel Cireneo fue capaz de salir de  sí  mismo  para  ir  a tu encuentro y ayudarte. Enséñanos a  descubrir  que nosotros también podemos ser Cireneos en la vida  ayudando  en  la  medida  de nuestras posibilidades  a  aquellos  que  nos  necesitan. Ayuda a todos los Cireneos que en esta pandemia ofrecen en plenitud su ciencia, su afecto, su riesgo personal por sanar a los enfermo.  Cuida a quienes se han contagiado, sostén a sus familias. Te pedimos también Señor por todos los Cireneos del mundo, que trabajan día a día por la propagación del Evangelio y de tu Iglesia por el mundo y, especialmente, por aquellos que dedican su vida a la atención pastoral de los enfermos y ancianos: agentes de Pastoral de la Salud, Ministros de la Eucaristía que día a día, llevan tu presencia a los hogares y hospitales donde hay enfermos y ancianos que te esperan, dales fortaleza y perseverancia para cumplir con su misión.



Padrenuestro, Gloria.



SEXTA ESTACION: Una mujer seca el rostro de Jesús

Invocación: Te adoramos  Cristo y te bendecimos, porque con tu  Santa Cruz redimiste al mundo



El camino de la Cruz: El rostro de Jesús está marcado por el dolor y el cansancio y bañado de sudor y sangre. De entre la multitud, aparece una mujer que se apiada de él, y con un pañuelo le seca el rostro. Tu rostro bendito, Señor, queda para siempre estampado en ese paño que fue como un bálsamo en medio de tu sufrimiento…



Oración: Te damos gracias Señor porque en el mundo existen personas capaces de “secar el rostro de los demás”. Te damos gracias especialmente por las personas que nos rodean y que brindan su apoyo: ya sean familiares, amigos, conocidos, médicos, enfermeros. Bendícelos y recompénsalos Señor por el apoyo que  dan. Cada noche aplaudimos al personal sanitario, están siendo los soldados en esta batalla. Conocemos a muchos de ellos, que seamos creativos para hacerles llegar nuestro reconocimiento y comunión, este Domingo de Ramos debemos intensificar nuestra acogía a tu Misterio, Cristo que avanzas solidario hacia la Cruz. Te pedimos por los agentes sanitarios, médicos y enfermeros de todo el mundo, para que ilumines su labor, y sean instrumentos tuyos a través de sus acciones y recomendaciones. 



Padrenuestro, Gloria.

   



SÉPTIMA ESTACION: Jesús cae por segunda vez

Invocación: Te adoramos  Cristo y te bendecimos, porque con tu  Santa Cruz redimiste al mundo



El camino de la Cruz:  Jesús sigue su camino, pero el peso de la cruz lo agobia, las fuerzas le fallan, y cae por tierra nuevamente. En El se cumplen las palabras del profeta Isaías: “Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento... Pero El soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. El fue traspasado por nuestras iniquidades y por sus heridas fuimos sanados” (Is 53,3-5



Oración: Señor, danos la fuerza para afrontar las  dificultades, tal  como tú lo hiciste en tu camino hacia la cruz. Y lo  que  es aún más importante, lo hiciste por amor. Lo soportaste todo por nosotros y por nuestros pecados..  Enséñanos a amar con un amor tan grande que sea capaz no recriminarte el porqué sucede esta pandemia, Tú no estás lejos del dolor de cada contagiado.. Así como “por tus heridas fuimos sanados”, te pedimos Señor la gracia de unir nuestras heridas a las tuyas.   



Padrenuestro, Gloria.

   



OCTAVA ESTACION: Jesús consuela a las mujeres

Invocación: Te adoramos  Cristo y te bendecimos, porque con tu  Santa Cruz redimiste al mundo



El camino de la Cruz: En el camino hacia el calvario, seguían a Jesús muchos del pueblo y un buen número de mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. Pero Jesús, volviéndose hacia ellas les dijo: Hijas de Jerusalén! No lloren por mí, lloren más bien por ustedes y por sus hijos” (Lc 23,27-28)



Oración:   A  aquellas  mujeres  les  dijiste  que  era   inútil lamentarse  en  vano, que más valía preocuparse  por  cambiar  la vida.  Ayuda Señor a quienes se lamentan y no encuentran sentido a cuanto ocurre. A quienes se dice: “¿Por qué a mí?” y no hayan respuesta. Enséñanos a buscar primero tu Reino, convencidos que todo lo demás será dado por añadidura y a esforzarnos por llevar una vida santa y que sea testimonio de amor para quienes me rodean. Somos solidarios de quienes en estos días se ven privados del duelo, de quienes no pueden compartir ni el llanto ni el consuelo debido por sus difuntos, fortalece, Señor nuestra esperanza, vela por todos los trabajadores de los servicios funerarios que han de despedir a los difuntos en dignidad y afecto.



Padrenuestro, Gloria.

   



NOVENA ESTACION: Jesús cae por tercera vez

Invocación: Te adoramos  Cristo y te bendecimos, porque con tu  Santa Cruz redimiste al mundo



El camino de la Cruz: El camino es largo y difícil y la cruz se vuelve cada vez más pesada. Por tercera vez cae en tierra rendido por el cansancio, y el dolor, la falta de comida y de bebida. Pero no se da por vencido:  ya se ha puesto en las manos del Padre y tiene que llegar al final, así que se sobrepone  y se pone de pie. Años más tarde, Pedro escribirá en una de sus cartas: “¿Qué gloria habría en soportar el castigo por una falta que se ha cometido? Pero si a pesar de hacer el bien, vosotros soportáis el sufrimiento, esto sí es una gracia delante de Dios. A esto habéis sido llamados, porque también Cristo padeció por vosotros dejándonos un ejemplo para que sigamos sus huellas”. (1Pe 2,20-21)



Oración: Señor, a pesar de haber caído por tercera vez,  te levantaste  y  seguiste adelante.  Y nosotros sentimos cuánto nos cuesta perseverar  en  tu camino... Cuando tantos se preguntan por el sentido de esta pandemia, sabemos que no es un castigo tuyo, aunque nuestra sociedad tenga que reflexionar sobre sus mecanismos, Tú no eres un Dios vengativo. Para ti también este es un dolor inmerecido.  Te pedimos,  Señor, por todos los enfermos y ancianos que se hayan podido dar  por vencidos y que solo desean morir para acabar con su sufrimiento: dales una luz de esperanza y muéstrales que nunca está todo perdido, mientras nos quede un aliento de vida.



Padrenuestro, Gloria.





DÉCIMA ESTACION: Desnudan a Jesús

Invocación: Te adoramos  Cristo y te bendecimos, porque con tu  Santa Cruz redimiste al mundo



El camino de la Cruz: Los soldados tomaron las vestiduras de Jesús y las dividieron en cuatro partes, una para cada uno. Tomaron también la túnica, y como no tenía costura, porque estaba hecha de una sola pieza de arriba a abajo, se dijeron entre sí: No la rompamos. Vamos a sortearla para ver a quién le toca. Así se cumplió la escritura que dice: Se repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica.” (Jn 19,23-24b) 



Oración: Señor, en tu cruz, te quitaron hasta lo último que  tenías: tus ropas, tu túnica, pero no pudieron quitarte lo más grande que tenías y que era el AMOR tan grande a los hombres, que fue  capaz de llevarte hasta la muerte. Te pedimos Señor que nos ayudes a no aferrarnos a las cosas materiales, a no depender de ellas, o a no almacenarlas inútilmente si son demasiadas. Te damos gracias por todos los gestos que en estos días son ejemplos de solidaridad al compartir el material médico y sanitario entre las diferentes administraciones. Gracias por todos los voluntarios que ofrecen su trabajo para que los sanitarios dispongan de los medios necesarios y puedan vestirse de prevención. Gracias por todos los voluntarios que acompañan las situaciones de soledad de ancianos o impedidos en sus casas, de quienes se ofrecen para llevarles la compra o les facilitan su vida doméstica. Eso es vivir la misericordia.



Padrenuestro, Gloria.

  



UNDÉCIMA ESTACION:  Jesús clavado en la cruz

Invocación: Te adoramos  Cristo y te bendecimos, porque con tu  Santa Cruz redimiste al mundo



El camino de la Cruz: “Cuando llegaron al lugar llamado del Cráneo, lo crucificaron. Jesús, mientras tanto, decía: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.” (Lc 23,33ª.34ª)



Oración: Señor, hasta en el último momento mientras sufrías  los dolores de los clavos que te traspasaban, pensaste en cada uno de nosotros  suplicando  a tu Padre que nos perdonara. Enséñanos  a perdonar a mis  hermanos. En este momento en que las cifras de difuntos alcanzan en España el número más alto 905 en el jueves, vemos tan cercana la muerte a nuestro alrededor, que no podemos dejar que sea la única palabra, hay signos de esperanza en tantas personas que son dadas de alta, en nonagenarios que superan esta cruz, en tantas iniciativas de nuestra Iglesia para aliviar este paso de la pandemia. Queremos compartir la confianza con al que el Señor estuvo en la cruz: su entrega, su perdón, su oración y solidaridad.





Padrenuestro, Gloria.

   

DUODÉCIMA ESTACION: Jesús muere por amor a nosotros

Invocación: Te adoramos  Cristo y te bendecimos, porque con tu  Santa Cruz redimiste al mundo



El camino de la Cruz: “Era alrededor del mediodía. El sol se eclipsó y la oscuridad cubrió toda la tierra hasta las tres de la tarde. El velo del Templo se rasgó por el medio. Jesús, con un grito, exclamó:  Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y diciendo esto, expiró. (Lc 23,44-46; Mt 27,54



Oración: "No hay mayor amor que dar la vida por los que se  ama", nos  dijiste  una  vez, y no fueron sólo  palabras  sino  que  lo comprobaste  con hechos, muriendo por nosotros. Tú lo diste todo, sin medida, diste tu propia vida. ¿Qué soy yo capaz de dar por Ti y por los que me rodean? Enséñame a  amar como  Tú  lo  hiciste: a todos por igual  y  sin  medida,  y que sea capaz de entregarlo todo por todos.



Padrenuestro, Gloria.

   



DÉCIMO TERCERA ESTACION: Bajan a Jesús de la cruz 

Invocación: Te adoramos  Cristo y te bendecimos, porque con tu  Santa Cruz redimiste al mundo



El camino de la Cruz: “Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había hecho discípulo de Jesús y fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato ordenó que se lo entregaran. Entonces José, bajó el cuerpo de Jesús de la cruz y lo envolvió en una sábana limpia.” (Mt 27,57-59) 

  

Oración: Señor,  con  tu muerte nos diste la Vida,  y  Vida  en abundancia.  Tu  muerte nos trajo la salvación. Ayúdanos a  ser dignos  merecedores de tu salvación buscando siempre la  santidad en las cosas de todos los días. Te pedimos Señor por todos los hombres del mundo que no te conocen, por quienes mueren sin fe, por quienes no han tenido en esta vida, experiencia de tu misericordia, para que reciban esta Buena Noticia y lleguen al conocimiento de la Verdad.



Padrenuestro, Gloria.  





DÉCIMO CUARTA ESTACION: Jesús es sepultado

Invocación: Te adoramos  Cristo y te bendecimos, porque con tu  Santa Cruz redimiste al mundo



El camino de la Cruz: “Después de bajarlo de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro cavado en la roca, donde nadie había sido sepultado. Era el día de la Preparación y ya comenzaba el sábado. Las mujeres que habían venido de Galilea con Jesús siguieron a José, observaron el sepulcro y vieron cómo había sido sepultado.” (Lc 23,53-55)

 

Oración: Señor,  tu muerte  nos  abrió  la  esperanza  de   la resurrección. Tú nos prometiste la vida eterna. Danos fuerzas señor para ser testigos de esperanza en estos momentos en que nos vemos superados por tanto dolor. Nos duele no poder despedir con mayor afecto y expresión de fe a tantos difuntos, vemos en la televisión imágenes que nos impresionan, cúmulos de féretros, en ocasiones sin ningún signo religioso. Te damos gracias por la paciencia de sus familiares, por la esperanza de toda la Iglesia que ora por sus hijos difuntos, que ruega a Dios por su descanso y se confía a la comunión de los Santos. Imploramos la ayuda de tantos santos que a lo largo de la historia han socorrido al pueblo de Dios en momentos semejantes y de aquellos que a tu cuerpo santo dieron Santo Entierro: San Nicodemo y San José de Arimatea, Santa Magdalena y San Juan, la Santísima Virgen, Consoladora de los afligidos, Salud de los enfermos, Virgen y Madre. Amén



  

Padrenuestro, Gloria.

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